La ambientalista Pamela Siurob alertó que la presa de El Batán, contemplada en el nuevo proyecto hídrico del gobierno estatal, es una infraestructura inestable y contaminada, lo que representa un riesgo para la población. Señaló que esta presa ya ha presentado fallas estructurales graves y que alberga agua contaminada por escurrimientos provenientes de comunidades, establos e industrias de Huimilpan.
Durante su intervención, recordó que en la administración de Mariano Palacios ya se había advertido sobre la fragilidad del terreno donde fue construida la cortina de la presa. Años después, esa advertencia se materializó con filtraciones y un asentamiento de más de 35 metros, tras dinamitar el canal de demasías.
Mary Ibarra, por su parte, acusó que el proyecto del Batán prioriza intereses de desarrolladores inmobiliarios y centros de datos, más que el acceso equitativo al agua. Ambas activistas solicitarán información oficial sobre este plan, el cual —dijeron— podría agravar la problemática hídrica si se basa en infraestructura insegura y cuerpos de agua contaminados.